La guía de trabajo a distancia iCatalyze

Mar 10, 2020

Estoy escribiendo desde uno de mis cafés favoritos, mientras disfruto de un delicioso cappuccino y me mareo con una mezcla de olores provenientes de la mesa de al lado. Al parecer una señora está vendiendo y mostrando aceites esenciales a un grupo de clientes… ¡Ah, sí, los privilegios y desventajas del trabajo a distancia!

Llevo ya cuatro años escribiendo desde cafés locales y conectando con clientes a través de video llamadas hechas desde mi oficina en casa. Y, últimamente, he empezado a notar que cada vez más personas están trabajando desde sus casas, cafés, bibliotecas y museos, ¡lo cual me parece estupendo! Por esto, he decidido reflexionar un poco sobre mi experiencia y escribir una lista de consejos y datos para todos aquellos que estén por unirse a nuestra comunidad: la comunidad de trabajadores nómadas.

Aquí te dejo cinco datos para incrementar tu productividad, evitar el aislamiento y mantener el profesionalismo al trabajar desde tu casa o a distancia.

 

1.Empieza tu día con una rutina matutina. 

Una buena rutina matutina te ayudará a despertarte y a empezar el día con intención. Ahora que tu trabajo está en el cuarto de al lado, necesitas darte tiempo y espacio para despertar tus neuronas y empezar a pensar en el trabajo y tus objetivos laborales. Así que despiértate, lávate los dientes, báñate, desayuna y añádele a tu rutina algo especial, solo para ti.

  1. Pon la alarma. Procura despertarte más o menos a la misma hora que si fueras a la oficina. Programa un horario de trabajo y proponte empezar a tiempo. ¡No te quedes dormido!
  2. Añádele algo especial a tus mañanas. Lo mío es un buen café. Desde que trabajo en casa, me consiento a mí misma comprando buen café, y es que solo pensar en mi cafecito matutino me causa mucha ilusión, inclusive los lunes a las seis de la mañana. Te propongo que hagas lo mismo. Añádele algo especial a tus mañanas que te motive y así puedas empezar el día con más energía y optimismo. Tal vez lo tuyo sea el ejercicio, leer un capítulo de un libro, meditar o arreglarte como si estuvieras yendo a la oficina.
  3. Organiza tu jornada laboral antes de empezar a trabajar. No prendas tu computadora sin haberte organizado. Lo último que necesitas es embobarte con correos electrónicos y redes sociales hasta la hora del almuerzo. En vez, abre tu agenda y tómate unos minutos para visualizar el día y escribir tu lista de quehaceres laborales.

 

2. Crea un espacio de trabajo adecuado.

Sin jefes y colegas alrededor, necesitarás de mucha autodisciplina para mantenerte enfocado en el trabajo. ¡Y es que en el hogar hay distracciones por doquier! Solo con ver la sala, estarás recogiendo los juguetes de los gatos, aspirando la alfombra y corriendo a la tienda a comprar nuevos almohadones de colores primaverales para tu sofá sin siquiera haber abierto un solo documento de Word.

Para evitar distraerte, crea un santuario de trabajo, un espacio donde puedas sentarte cómodamente, concentrarte y trabajar. Mi espacio es una oficina sin televisión, con estantes llenos de mis libros favoritos y un escritorio que mantengo siempre ordenado para poder trabajar bien.

Si no tienes una oficina, no te preocupes. Puedes escoger un rincón de tu casa para transformar cada mañana en tu «oficina», solo asegúrate que tu espacio sea propicio para el trabajo. Y para mayor concentración, te recomiendo poner tu teléfono celular en silencio y en modo avión. Puedes tenerlo a tu lado y revisarlo cuando gustes, pero será bajo tus propios términos y no estarás siendo interrumpido por constantes notificaciones y pitidos.

 

3. Organiza tus días por períodos de tiempo.

Planificar y programar cada día te mantendrá disciplinado. Pero, ¿cuál es la mejor forma de agendar tus proyectos y programar tu día? Mi sugerencia es organizar tus días en intervalos de trabajo-descanso usando la técnica Pomodoro. Este método consiste en trabajar intensamente y sin distracciones en una tarea específica por un periodo de tiempo (veinticinco minutos, por ejemplo), tomar un corto descanso y empezar de nuevo con otra tarea o proyecto. ¡Incluso puedes darte una pequeña recompensa después de terminar una tarea particularmente difícil! La idea es que te mantengas enfocado y motivado.

 

4. No asumas que tienes que trabajar el 100% del tiempo.

Los estudios nos dicen que todos tenemos un límite de concentración. En teoría, son cuatro horas. En práctica, sin embargo, nuestro tiempo de concentración parece fluctuar según nuestro nivel de energía e interés por completar el proyecto a mano. Para mantenerte enfocado, toma breves descansos entre proyectos y procura empezar y terminar el día de trabajo a tiempo.

  1. Toma descansos breves. Me complace anunciar que los descansos son mil veces mejores al trabajar desde casa. ¡Puedes hacer lo que quieras! ¿Te estás quedando dormido en tu escritorio? ¡Prende la música y baila como loco por 5 minutos! O toma tu almuerzo mientras lees un libro en tu sillón favorito. Solo te recomiendo que uses tus descansos para apartar la vista de la computadora; así le das un descanso a tus ojos y dejas que la sangre circule un poquito por tu cuerpo, te sentirás renovado.
  2. Mantén tus horas laborales. En casa, es fácil meter la ropa en la lavadora antes de empezar a trabajar o atender el jardín en tu hora de almuerzo, pero ten cuidado y trata de mantener tus quehaceres personales separados de tu jornada laboral lo más posible. La clave está en programar tu rutina con un horario de trabajo bien estructurado y comprometerte a seguirlo al pie de la letra. Tal cual como si estuvieras en la oficina. Programa tus descansos también. Aunque no tenga nada de malo lavar la ropa mientras trabajas, es más hasta puede servir un doble propósito como reloj de alarma (¿quién se apunta al desafío de lavandería?: ¡termina el proyecto en una hora antes de cambiar la ropa a la secadora!), no dejes que las tareas domésticas te quiten tiempo de trabajo. Concéntrate, pues cuando la jornada de trabajo termine y sea tiempo de «irse a casa», la computadora debe ser apagada y guardada hasta el día siguiente. Esto no será fácil. Tu trabajo estará siempre ahí, al lado tuyo, y será tentador terminar algo y seguir trabajando después de la cena. ¡No lo hagas!

 

  1. Busca contacto humano.

Trabajar desde casa puede ser increíblemente aislante si no te propones a tener contacto humano. Asegúrate de establecer una red de contactos con colegas o gente de tu industria y sal de la casa de vez en cuando. Sal a tomar un café con alguien que admires, sustituye algunos correos electrónicos por video llamadas o disponte a trabajar desde tu café favorito o biblioteca local, para al menos estar en contacto con el mundo exterior. Y si no puedes hacer nada de esto, ten a alguien con quien puedas hablar de tu trabajo al final del día.

 

En conjunto, estos consejos te ayudarán a organizar tus días de trabajo a distancia y te mantendrán organizado y productivo. Una vez que domines la autodisciplina necesaria para trabajar desde casa con éxito, te prometo que te encantará la flexibilidad, comodidad y las muchas otras ventajas que ofrece el trabajo a distancia.

 

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